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El post que me hizo ilusión¿A quién leo? |
La pequeña asesina de pájaros
Por Elena - 9 de Enero, 2007, 18:16, Categoría: Anecdotario
Uno de los recuerdos más impresionantes de mi infancia son las visitas a la granja de mi tia abuela Filo.... Ella se dedicaba a la crianza de pajaritos (canarios, periquitos, etc) para su venta en tiendas de animales. Tenía un espacio habilitado para tener a los pajaros realmente enorme, de quizás 100 metros cuadrados, dentro del cual los pájaros volaban libremente... Me encantaba entrar dentro de dicha estancia (demasiado grande para ser considerada una simple jaula) con el nieto de Filo (mi primo segundo? tercero? ni idea del parentesco que nos unía), y me decía "extiende los brazos..."... yo los extendía, y me ponía comida de pájaros por encima de la cabeza, de los hombros, de los brazos extendidos.. Al cabo de un rato, toda yo estaba cubierta de aves, y mientras mi corazón latía a 1000 por la emoción, me mantenía lo más quieta posible, para no molestar ni ahuyentar a los asustadizos pajarillos, decenas de ellos, que me mediopicoteaban el cuerpo y revolotean a mi alrededor.... La niña, de unos cuatro añitos, jugaba con su Lego gigante. Era igual que el Lego de siempre, pero con las piezas mucho más grandes.... Ella, apacible y tranquila, construyó una casa con las piezas de Lego.. Rió contenta. Le había quedado muy bonita! Y de repente, con esa capacidad que tienen los niños pequeños, se le ocurrió que a la casita de piezas de Lego le hacia falta un habitante.. Todas las casas necesitaban alguien que las habitara, si no, no era un verdadero hogar... Y, otra vez de repente, supo quién iba a ser el habitante de la casa: el canario. Los padres de la niña tenían un bonito canario amarillo claro, muy dócil, que se dejaba coger por la niña pequeña y sus hermanos. Así que la niña, ni corta ni perezosa, fue directa a la jaula, sacó al pequeño ave de la jaula, y lo llevo a su casita de Lego, y lo embutió dentro... No se sabe como, si es que la niña le apretó muy fuerte, o de la emoción que le causó al pajarillo verse dentro de unas piezas de Lego, pero la cuestión es que, cuando la niña le sacó de la casita, el pajarillo yacía inerte, con los ojos dormidos, sin moverse.. La niña, impresionada, dejó el cuerpo encima de la cama, y corrió a llamar a su madre: Mamá, mamá!! El pájaro se ha dormido!! Cuando la madre vio al pajarito, inmediatamente comprendió que el animal había muerto. Abrazó a su hija y le contó que había muerto, y que ahora el alma del canario estaba en un sitio formidable sin jaulas, y que podía picotear hasta atiborrarse algodón de azúcar que crecía en el suelo, si le apetecía... La niña, abrumada, lloró mucho de la impresión... Los padres de la niña y su hermana mayor metieron el cadáver en una caja de zapatos de cartón a modo de ataud, arrancaron flores de los geranios que crecían en el balcón y los metieron dentro de la caja, y así el canario tuvo su merecido funeral en el parque cercano a casa... Al cabo del tiempo, bajo las presiones de la hermana mayor de la niña, la familia adquirió otro canario. Se le avisó a la hermana pequeña repetidas veces que no se le volviera a ocurrir sacar al ave de la jaula para jugar, porque era un ser vivo y no un juguete... La niña, que era muy buena, obedeció.... Pero un día, aburrida, jugueteando por casa, vió al canario, y observándolo, decidió que estaba muy sucio y que necesitaba una ducha.. No iba a jugar con él, lo iba a lavar!!! Así que sacó al animalillo de la jaula, y muy decidida, metió al pajarillo debajo del chorro de agua del grifo del baño... No se sabe como, pero la cuestión es que el canario murió.. Presuntamente ahogado. O por pulmonía, quien sabe... De nuevo se volvió a meter el cadaver del segundo canario en una caja de zapatos junto con flores de geranio, y de nuevo se organizó un nuevo funeral, enterrándole con todos los honores al lado de su antecesor. La madre volvió a consolar a la compungida niña hablándole de nuevo del maravilloso cielo de los pájaros, explicándole de nuevo que era la pera limonera, y que allí tenían piscinas especiales para canarios, donde no se ahogaban nunca... Como la hermana mayor se enfadó enormemente a causa de la muerte del segundo canario, los padres decidieron comprar un nuevo y tercer canario. Se le avisó a la niña, por activa y por pasiva, que no se le ocurriera sacar, bajo ningún concepto, al animal de la jaula... La niña prometió obedecer... Sin embargo, un día, la niña se dió cuenta de que, si dejaba miguitas en la barandilla del balcón, muchas palomas comían apoyadas en dicha barandilla... La niña se quedaba embobada viendo comer a las palomas en la barandilla del balcón.. y de repente, se acordó de su propio canario, se dió cuenta que comer comida dentro de la jaula no era vida, ni era comer, ni era nada!! Su canario también merecía comer miguitas en la barandilla del balcón!!! Olvidando completamente su promesa, la niña corrió veloz a la jaula, y por tercera vez, sacó al animal... Y a continuación, le dejó posado en la barandilla. El canario, al verse en el exterior, en vez de limitarse a comer miguitas, decidió volar libre, y saltó al aire... Pero o debía ser muy tonto, o muy vago, o muy inexperto en el arte de volar.. porque no voló... y se estampó literal y directamente en la acera de la calle. De nuevo hubo un tercer funeral, con cajas de zapatos y flores de geranio, y le enterraron al lado de canario 1 y canario 2, las otras dos inocentes víctimas de la niña.... Le hablaron por tercera vez a la traumatizada niña del cielo de los pájaros, donde si se caían, el suelo era muy blandito y no se hacían daño... De todos modos, los padres, muy prudentemente, viendo la horrorosa habilidad de su hija pequeña con los pájaros, decidió no volver a tener animales en casa.... Bueno, supongo que ya os habreis dado cuenta de quien era la niña pequeña... |