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El post que me hizo ilusión¿A quién leo? |
Calamaro y yo
Ring, Ring: - Hola, Querida A! - Niña, que sepas que mi primo Calamaro te va a llamar. Está en Barcelona, me ha llamado, y me ha pedido tu número de teléfono!! - Quéeeeeeeeeeeeeeeeeee?? (me pongo nerviosa pérdida, si me dicen que viene a verme el papá no me pongo así... un trankimazin, por compasión!!!) Pero si hace más de dos años que no nos vemos!!! - Bueno, que sepas que te va a llamar.. ¡Jajaja, me parto! Te llamo luego para que me cuentes!!! - Si, si!! (DIOSSSSSSSSSSSSSS!!!! Porqueeeeee??? Con lo tranquila que estaba yo!!!!) ¿Y porque me pone tan nerviosa ver este individuo? ¿Y quién es él? (¿En qué lugar se enamoró de tí?) Calamaro es primo de Querida A, más madrileño que el bocadillo de calamares, y fue una de las primeras personas que conocí en la que época que viví en Madrid... Durante varios meses, mantuvimos una relación.. que se podría definir como.. ¿alocada? ¿descerebrada? ¿apasionada? No teníamos absolutamente nada en común (seguimos sin tenerlo), pero no sé que nos pasaba (sigo sin saberlo), que cuando nos veíamos nos sentiamos atraídos el uno por el otro como las moscas se sienten atraídas por la miel: fatal e irremediablemente... Acabábamos enrollándonos en los lugares más extraños, teníamos fijación con los ascensores antiguos y las azoteas, mirábamos de madrugada el cielo estrellado en pleno estado de alucinación y nos inventábamos historias descabelladas... Tal como nació la relación, murió; pero siempre le he recordado (y le recordaré) como un alguien importante (aunque tampoco sabría porque....) (Leyendo este párrafo me acabo de dar cuenta que mi relación con Calamaro se basa en la incógnita... en fin...). Estuvimos mucho tiempo sin vernos, y en la boda de Querida A, coincidimos... Y volvió a pasar.. habían pasado años, pero el efecto mosca-miel reapareció... acabamos durmiendo juntos en un sofá. Hubiera sido perfecto, si no fuera porque yo estaba enamoradísima de El Hombre Réptil y de hecho estábamos saliendo juntos... El remordimiento me duró meses, y se me astilló en el corazón. Aún no sé exactamente porque hice lo que hice, pero sucedió. Y no nos habíamos vuelto a ver ni hablar desde entonces... hasta esta semana. Tal como me avisó Querida A, me llamó: - Hey!! Quedamos para tomar una cerveza? (Así, de repente, como si nada... ¿cómo lo hace???) - Ehhh.. pues no puedo quedar hoy... me va un poco mal. (Si, le dí largas: es cierto... pero es que no me apetecía verlo.. me daba palo..no sé porque... pero no, no le quería ver... soy un crack dando excusas, ¿a que sí?) - Ah... (¿desilusión en su voz? ¿es posible? No! Afina más el oído, Elena...) Bueno, pues ya nos veremos la próxima vez que venga a Barcelona... - Claro que sí.. tu llámame y nos vemos! (al menos, estaré preparada psicológicamente.. creo...) Tranquila, colgué... He driblado el problema a la perfección, pensé, satisfecha... Al menos, eso pensaba yo... 11 de la noche. La Chica del Pañuelo y yo estamos viendo la tele tranquilamente en casa.. De repente, suena el móvil: - Me he quedado sin hotel, tía, soy un desastre. ¿Verdad que por donde tú vives hay muchos? - ¿Te has quedado sin hotel???????? (DIOSSSS!!! no encuentro más palabras para expresarme...) - Si, sí, ya te contaré. Bueno, voy a Calella, te veo, me tomo una caña contigo y me voy a cualquier hotel de por ahí cerca... - No hace falta que busques hotel, te puedes quedar en mi casa.. (Pero, Elena, ¿qué estás diciendo?? Deja de pronunciar esas palabras!! Tú no quieres decir eso!!! Maldito sentido de la educación y de la hospitalidad!!!) No quería decirlas, pero las dije... Y vino a Calella.. Y nos vimos y el abrazo fue colosal. Olvidé todas mis pegas, y me dí cuenta que en realidad, si me apetecía verle... Y nos tomamos una caña juntos, y pese a mi inicial reticencia, recordé de repente porque me sentía atraída por él años atrás... (aunque no lo entendía entonces y sigo sin entenderlo ahora...) El buen rollo fue asombroso, amenizando nuestro reencuentro especial, y el cariño reapareció en forma de abrigo gigante y nos envolvió a los dos, convirtiéndonos de nueva en la extraña pareja... Nos despertamos siameses. Era inevitable. Contra las atracciones fatales e irracionales no hay lucha posible. Estoy contenta. Esto no tiene futuro ni nada que se le asemeje, pero estoy contenta de que haya sucedido. |