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El post que me hizo ilusión¿A quién leo? |
Enero del 2008Encerrada en el cuarto de baño: la quintaesencia del glamour
Por Elena - 31 de Enero, 2008, 12:41, Categoría: Anecdotario
Miro la pantalla con cara de estupefacción. No me lo puedo creer. -Me ha colgado!! El muy gr!#GRR!!! Me ha colgado!! Estoy enfadada. MUY enfadada. Estoy muy enfadada con Calamaro. Cierto que es una tontería y que estoy exagerando, pero estoy que chirrío, y mi mal genio siempre vapulea cualquier indicio de raciocinio… No quiero volver a casa. Me dedico durante dos horas a dar vueltas por el centro de Barcelona, contemplando escaparates con las persianas bajadas, a las personas paseando y charlando animadamente, a las palomas asustadizas que colonizan Plaza Cataluña. Pero al final, me aburro y me canso, y decido, al fin, regresar a mi hogar. La necesidad de sentarme y relajarme en el comedor de casa vence al orgullo. Una vez llego a casa, Calamaro está ya durmiendo, acostado en la cama. Como aun estoy un poco enfadadilla, decido no despertarle. Me descalzo y me dedico durante un rato a mirar la televisión, a leer, a perder el tiempo miserablemente. De repente, siento ganas de ir al baño. Así que voy al cuarto de baño, hago pis y cuando quiero salir... terrible sorpresa. Lo vuelvo a intentar. No puedo ser! El picaporte se ha quedado atascado. ¡No puedo abrir la puerta! ¡Me he quedado encerrada en el cuarto de baño de mi propia casa! Ahora es cuando un cerebro normal hubiera reaccionado con la siguiente lógica: a) Estoy encerrad@ en el baño. b) Hay alguien durmiendo en la habitación de al lado c) Por tanto, pego un par de gritos y la persona me abre la puerta, y puedo salir. Pero está visto que mi cerebro es menos evolucionado que el de una rata de laboratorio. ¿Y porque? Pues porque deduzco que salir por la ventanita del baño, llegar a la galería (donde está la lavadora) y así luego salir a la cocina, es la mejor opción. Para que los señor@s lectores se den todavía aún más cuenta de lo absurdo de la situación, diré que el cuarto de mi casa es diminuto, y no es una exageración. Es uno de los cuartos de baño completos más pequeños que he visto nunca, por no decir el más pequeño. Así que figúrense a una mujer de 68 kilos de peso que no es precisamente la persona más ágil del mundo, con la gracilidad de un hipopótamo africano, encaramándose al mármol del grifo, e intentando salir por la pequeña ventana. Consigo salir cabeza abajo, aterrizando con las palmas de las manos, y no sin antes quitarme el cinturón, porque la hebilla chocaba contra el aluminio de la ventana y me impedía salir. Tras "aterrizar" en el suelo de la galería, me levanto del suelo, muy digna, me quito el polvo de la ropa, sonrío, y me siento muy orgullosa de mi misma… Jejeje, he podido salir yo sola! Pero, de repente, topo con la dura realidad… y la dura realidad es que la puerta que separa la galería de la cocina… sólo se abre desde la cocina. No hay picaporte en la puerta desde el lado de la galería. Y la puerta está cerrada. Bravo, Elena!! Ser rubia, realmente, es muy duro. Paso de estar encerrada en el cuarto de baño a estar encerrada en la galería (que no deja de ser una especie de balcón que da al patio de luces). Parece ser que la situación no ha mejorado... y además, al menos dentro del baño no hacía frío! Buahhhhh!!! En este momento, un cerebro normal hubiera pensado lo siguiente: a) Estoy encerrad@ en la galería b) Hay alguien durmiendo en la habitación de al lado c) Puesto que ya he hecho el ridículo lo suficiente por hoy, pego un par de gritos, y la persona me abre la puerta, y puedo salir. Pues no. No puedo hacer las cosas como las personas normales: tengo que complicármelas. Así que trepo por la pared, apoyando los pies en la barandilla de la galería, para coger horizontalidad y poder introducirme de nuevo por la ventanita. Meto la cabeza, el cuerpo, y no se qué hago, que pierdo el control de los movimientos de mi cuerpo, y literalmente, me hostío contra el suelo. Dolorida, me incorporo, pero no me rindo (recordemos, mi cerebro no es normal): busco la lima de uñas e intento, con la habilidad de un neurocirujano con Parkinson, desenroscar los tornillos del picaporte a modo de destornillador. Como no puedo, lo pruebo de nuevo con las pinzas de depilar. Con las tijeritas del baño. Venga, que tu puedes! Pero no puedo, no puedo salir. Cada vez lo compruebo más y más. Y de repente, me rompo, debido a los nervios. Las lágrimas ruedan mejilla abajo debido a la desesperación y nervios Al fin, me he dado cuenta. Lo he de admitir. No puedo salir. Llamo a Calamaro, que es lo que debería haber hecho desde un buen principio si no fuera tan terca. Y él se despierta enseguida, y corre al baño, y abre la puerta, y me vé llorando sentada en el suelo. Asustado, me abraza... Pero que te pasa, cariño? Me he quedado encerrada en el baño, y he salido por la ventana, y he vuelto a entrar, buahhhh!!!! Ya una vez tranquila y en la cama, Calamaro se parte de la risa, imaginándome trepando por la ventanita de la galería… Y yo también me río… Si es que…. Al menos, es un modo original de hacer las paces. Eso sí. A mi no me gusta el futbol
Por Elena - 7 de Enero, 2008, 17:22, Categoría: Buen humor
Recibo una llamada en el trabajo: La palabra no pronunciada
Si, lo sé. Barcelona K.O
Por Elena - 3 de Enero, 2008, 9:46, Categoría: Post-protesta
- Hola, llego una hora tarde... Mi carta a los Reyes Magos 2008
Por Elenna - 2 de Enero, 2008, 18:22, Categoría: Idas de olla
Barcelona, 5 de Enero de 2008 Hola, Reyes: Hola! Soy Elena, la rubita de pote, la de los ojos azules (es para que sepáis quien soy, porque debe de haber un montón de Elenas por el mundo...) Ya sé que soy un poquito mayor para ir escribiendo cartas a los Reyes Magos, pero justamente por eso, como soy ya un poquito mayor, hace ya un rato que aprendí que es de buen nacidos ser agradecidos, y como yo soy muy bien nacida (menuda es mi madre!!!), os escribo esta carta para daros las gracias. Os preguntareis de que hablo, claro.. es que con tanta solicitud y tanto pedido y tanto usuario, supongo que debéis tener una montaña de cartas del tamaño del Teide… Para refrescaros la memoria, os diré que el año pasado os escribí una carta, en la cual os pedía tres cosillas: un trabajo, un novio y una casa. Vosotros, muy amablemente, me contestasteis, pero para decirme que era una flipada y que, en resumen, se me iba la olla pidiendo lo que pedía y que me fuera olvidando del asunto. Yo, tras leer vuestra decepcionante respuesta, he de reconocer que os insulté mucho en la intimidad de mi hogar y que me acordé mucho de vuestra real madre... Pero la cuestión es que… pillines, ¡que majos sois! Durante el 2007 me lo habéis traído todo! El trabajo, el piso, el amor!! Jo!! Estoy emocionada! Os habéis portado tanto! Sois lo más!! Arriba la monarquía!! Este año, para seguir la tradición, os dejo los zapatos al lado de la tele, como siempre. Pero no hace falta que me traigáis nada. Y os gustaba el Ballantine's, no? Os dejaré, no una copichuela, no, sino una buena botella a cada uno... Un beso, Elena ***************************** Respuesta de los Reyes Magos: Lejano Oriente, 5 de Enero de 2008: Querida Elena: No solemos contestar las cartas a nadie, pero la verdad es que nos ha emocionado que una chica de 29 años sea capaz de escribirnos cartas dos años seguidos, y nada, ante tal demostración de inocencia acumulada en un sólo cuerpo, pues nada, hemos pensado hacer contigo (otra vez…) una excepción... Sentimos en el alma decirte esto, pero no tenemos más remedio: si, eres una flipada. ¿De verdad te crees que fuimos nosotros? ¿Pero tú eres tontita, o qué? ¿Aún crees que las cosas salen de la nada? ¿Qué las cosas surgen tan sólo porque se desean y/o se piden? Las cosas que merecen la pena se tienen porque se sudan, o en su defecto, se compran (viva la sociedad del consumo). Nada chica, que resumiendo, no nos des las gracias a nosotros, sino que mírate al espejo y date las gracias a ti misma. Porque de las victorias y de los fracasos de cualquier persona tan sólo es responsable uno mismo. Bueno, y de quienes le rodean, por aguantarte. Un beso, querida Elena... Y no nos vuelvas a escribir nunca más, pelmaza. Porque no hay carta mágica. Arrimar el hombro es la única posibilidad. Atentamente, Los Reyes Magos PD. Las botellas de Ballantine"s nos las puedes dejar igualmente. |